¿Un respiro? ¿Un pequeño descanso? ¿Un paréntesis? Es buena idea, verdad?

Sería posible y genial si nos fuéramos de turismo todo el fin de semana, caminar y caminar y caminar mientras puedes ver un montón de cosas…y pensar, meditar, relajarnos! O mejor a la casa del pueblo con la chimenea de leña que con este frío apetece, con manta de cuadros, con café caliente o mejor chocolate caliente y por supuesto película divertida.

O incluso mejor paseo por la playa, activar la circulación con la arena, oír el mar, contar las olas y por supuesto un almuerzo nutritivo y sin grasa al sol. Un SPA??!! Hay un montón de opciones, de sitios y bonos. Clase de yoga o de pilates, eso sería mejor. Pero casi todos los días, como parte de mi rutina y así me evitaría pasar medio día pensando que hacer para relajarme mientras me estreso más, me entra ansiedad y suben mis pulsaciones.

 

Y si solo buscamos un ratito tranquilo, una posición cómoda y respiramos? Así, sin más.

Existen diversos métodos para respirar y relajarnos a la vez, como si nuestro cuerpo tomara el mando de nuestra mente y le dijera, “sigue la respiración que voy a marcarte y verás que bien sienta, respiración abdominal vamos allá”.

La respiración abdominal es la respiración natural que ya conocemos porque ya la utilizamos de pequeños y si prestamos atención veremos que es también la que usan nuestros hijos, se recurre a ella como técnica de control de ansiedad y es eficaz para que nos tranquilicemos y controlemos la situación ¿la externa? No, la nuestra. Nuestra situación interna.

Necesitamos estar recostados, acostados o sentados aunque también se puede hacer de pie incluso andando, pero al principio mientras la aprendemos sería conveniente esta posición, buscamos un lugar donde estemos cómodos y en silencio (especialmente el móvil).

Consiste en tomar un poquito de aire por la nariz lo que hinchará nuestro estómago, podemos comprobarlo si ponemos una mano en el pecho y otra sobre el estómago, observaremos que la mano que está sobre el estómago se mueve al llenarlo de aire mientras la del pecho se quedará quieta, puede que nos cueste más al inicio pero poco a poco lo hincharemos, con paciencia..

Mantenemos el aire unos segundos con tranquilidad.

Y soltaremos el aire por la boca despacio, mientras nuestra mano la del estómago se balancea hacia abajo.

Y ahora nos centramos solo en ese aire, y comenzamos de nuevo.

Inspiramos despacio durante unos 5 segundos.

Mantenemos el aire durante 3 segundos.

Expiramos todo ese aire en 7 segundos.

Y repetimos…inspiro en 5, mantengo en 3, expiro en 7.

Y repetimos…cojo aire en 5, mantengo en 3 y cierro los ojos, suelto en 7.

Y repetimos, cojo fuerza en 5, me agarro a ella en 3, suelto lo negativo en 7.

Y repetimos, inspiro, mantengo y expiro.

Y respiro…

 

María Martínez Antón

CV- 10509